Peugeot 203

Fabricante: Norev

Escala: 1:18

Autor: Juan Luis Alonso

“Tuneros hasta la muerte” es el lema que lucimos orgullosos aquellos que hemos estado en los peores momentos de esta pasión nuestra. Aquellos que pensamos en tunear todo aquello que pasa por nuestras manos portando ruedas. También es el reflejo de nuestra alma en ese objeto, miedo da intuir en qué sucedía en la mente del artesano a escala Juan Luis Alonso, cuando inició su andadura sobre la vetusta base Peugeot 203, del fabricante Norev en escala 1:18.

El Tuning de ultratumba encierra un trabajo descomunal, partiendo de un envejecimiento como correspondería a un vehículo que sería digno de que lo condujese Miércoles Adams de conce en conce, llevándose de calle el Top Rat.

El frontal da grima e impresiona a la vez, si gustas de afición cinéfila del género de terror te apasionará. La luna delantera fue desprovista de su ubicación habitual, invertida y suspendida mediante cadenas, a juego con los portacirios en el techo junto a la sirenas. Los capós de marcas de lujo lucen insignias que Bart Simpson desearía robar, pero en el “Post Mortem” luce un hacha insinuador de intenciones, tal vez en el intento de conceder aire al vano motor donde se realizó un swap, recibiendo motor donado de un Dodge Viper. Pero no, no es la intención ya que por el hueco del faro del lado del conductor, asoma la “seta” roja del filtro de admisión directa, mientras el faro de tulipas amarillas racingueras, asoma por el lateral de la calandra desmembrada sujetada por la mano de un esqueleto, inquietante, como el estilo rat de la carrocería donde la defensa cromada es sujeta en el lado opuesto aún siendo descolgada por sogas, que bien podían haber sido usadas para colgar personal.

El lateral luce aerografía, excepcional y grandioso siendo a escala, magnífico trabajo simulando campo santo. El espejo retrovisor es una composición con los tiradores de puerta, viva el Rat mortuorío. En esquinazo superior trasero de la caja en un lateral, corona de flores para recordar que se está muerto pero viva el Tuning.

En el techo gran apertura en esquinazo trasero entre soldaduras aledañas, como cubierta en forma de tela de araña se soldó, dejando observar el interior generosamente, donde se observa un interior tapizado en tela roja mortuoría con inserciones en madera y caja sepulcral con esqueleto portado.

Las llantas doradas del Lancia Stratos le pone la nota deportiva al Rat supremo a escala.

La zaga luce cromados desprendidos, tanto en las continuaciones con los laterales, como la defensa a la que casi llega la sangre chorreante por el portón, ante un brazo asomado a través de la ventana, desprovista de lunas como todas, con serrucho desmembrador de cadáveres en mano.

Tremendo Juanlu, pero ……..¿qué lado oculto tienes?.